jueves, 20 de septiembre de 2007

LECCIONES DE PERIODISMO CON GARCÍA MÁRQUEZ

Cuando empecé a leer este texto y a medida que avanzaba me pareció interesante. Por esta razón, quiero compartirlo con periodistas, mis futuros colegas de profesión, personas entendidas en el tema o quién quiera opinar. Revísenlo y digan si es cierto o no lo que dice, y en base a lo que recopilen espero puedan dar su visión en relación al tema.


CARTAGENA, Colombia.- Termino de asistir aquí a un taller de trabajo titulado "Releyendo el periódico", dictado por Gabriel García Márquez, en el que diez editores gráficos de siete países de habla hispana revisamos los principales defectos de nuestros diarios. Fue una experiencia única, en especial porque se decidió introducir con crudeza el bisturí en los ejemplares hasta identificar aquellos textos incomprensibles, párrafos interminables, títulos anodinos y otros vicios que contribuyen a que los periódicos -como gusta llamárselos en Colombia, España y México, entre otros países- muchas veces sean tildados de demasiado monótonos, formales, complicados o atentos sólo a las malas noticias.

La responsabilidad del editor

Todos hicimos de verdugos de nuestros productos, mientras García Márquez actuaba como un juez imparcial pero severo. Mediante una serie de sentencias cargadas de sentido común y sabiduría, nos aleccionó sobre cómo hacer para capturar la mirada del lector, que navega apresurada por nuestras páginas cada mañana para desaparecer si nada interesante la cautiva.

Gabo -como le dicen los colombianos, aunque ninguno de los asistentes lo hizo- puso todo el peso de la responsabilidad en quienes "cierran" las ediciones cada noche. "El editor es el primer lector. En sus manos está el diario del día siguiente", dijo. Quiso explicar que cuando al caer la tarde los redactores entregan a sus jefes los textos noticiosos, los editores debemos preocuparnos de que cada pieza esté bien escrita, tenga fuentes suficientes y sólidas, y, fundamentalmente, no abra ningún interrogante que no esté respondido allí mismo.

Nuestra capacidad de atesorar al lector es efímera -juzga-, la suerte de un artículo se juega en los primeros dos párrafos. "Allí debemos agarrar al lector, escribir de modo tal que se fagocite lo que sigue y no pueda desprenderse de la lectura de lo que tiene ante sus ojos", dijo un apasionado García Márquez mientras lanzaba un puño al aire.

Nos pidió que hiciéramos de arqueólogos del periodismo, descubriendo en cada historia datos, detalles y menudencias que, aun cuando parezcan insignificantes, contribuyen a hacer más sabrosa la narración.

Junto con Alex Grijelmo, el joven editor de Deportes de El País, de Madrid, y autor del Manual de estilo de ese diario, todas las mañanas repasamos los géneros más utilizados en los diarios. Por la tarde, siempre vestido de livianos pantalones y camisa blancos, propios de un cartagenero acostumbrado a los 32 grados típicos de noviembre, se sumaba al grupo la figura del legendario escritor, de setenta años, que sólo en las primeras horas nos acobardó.

Abordamos el problema del menor tiempo libre que tiene el lector y discutimos también sobre lo desordenado que se ha vuelto su contacto con la realidad exterior a causa de las numerosas ocupaciones laborales, familiares, las del bombardeo noticioso, los ruidos... Por eso, dijo García Márquez, cada vez debemos darle más contexto a la información. Explicar en qué consiste la reforma tributaria cada vez que ésta es mencionada, qué importancia tiene que haya bajado el precio de la nafta en los Estados Unidos, qué antecedentes guarda otro atentado en Medio Oriente y cuáles serán las consecuencias para la gente de la sanción de la ley de financiamiento docente. En pocas palabras, nos pidió que pensáramos más como lectores que como periodistas.

Contar el cuento

Se mencionó en Cartagena que hoy el gran desafío de los diarios es hacer interesante lo importante, por supuesto sin caer en la frivolidad ni en la espectacularidad. Se presentaron ejemplos de productos originales e ingeniosos que posiblemente los diarios jamás hubieran imaginado tiempo atrás, como el de un matutino mexicano que un día trajo con la edición una guía para aprender a leer la boleta telefónica, que llegaba a los usuarios confeccionada con una letra tan diminuta que resultaba incomprensible para la mayoría de la gente. Fue un éxito mayúsculo.

El cansancio de la gente por los temas políticos constituyó otro punto fuerte del programa. García Márquez nos suplicó que no nos ciñéramos solamente al periodismo declamatorio, discursivo, con el que solemos seguir la actividad de los políticos. "Hay que cubrir más lo que hacen, no lo que dicen", exhortó con aires de rezongo. Insistió en que hoy hay que escribir corto, "porque cuando la respiración le tropieza, el lector se va". Y nos pidió que simplificáramos nuestra redacción con "frases y no párrafos".

Mientras le pedíamos que nos autografiara decenas de libros y posábamos para las fotos de la despedida, su alma novelesca afloró para dejar el último consejo: "El cuento hay que contarlo siempre. Si está perfectamente articulado, es insuperable".

Todo, nos dijo, para prevenir el peor mal que puede sorprender a un diario: "Que no me llegue y ya no me importe".


Escrito por Fernán Saguier.
Publicado el 09/12/1998 en Diario La Nación. Sección Opinión.

martes, 11 de septiembre de 2007

11 DE SEPTIEMBRE DE 2007

DIA PARA RECORDAR Y OLVIDAR

Recorrer las calles de La Serena a las 7 de la tarde fue particular. Un centenar de personas comenzó a agruparse con un fin, marchar por las calles. Tránsito detenido, carteles alusivos a la fecha, banderas, pancartas, megáfonos, policías atentos. Todo apuntaba a un nuevo suceso, una nueva celebración, una nueva conmemoración. Han transcurrido 34 años desde que la historia del país marcó un precedente importante. Especial para unos, horrendo para otros.

Antecedentes históricos relatan diversas versiones ¿a quién creerle?. Sin lugar a dudas es un tema complejo referirse a lo que pasó. Resulta complicado entender porque en un país "democrático" sucedieron estos hechos. Es complicado poder realizar una radiografía extensa del porqué y cómo acontecieron tantas cosas. En fin, la historia es única y ya forma parte de los libros.

Con el paso del tiempo, observamos como en el imaginario colectivo de la nación se arraigan diversos aspectos. Por un lado, observamos como aquellas personas, víctimas del poder que llegó a tener el mando, hasta el día de hoy buscan una respuesta, a sus familiares, hombres, mujeres y niños. Sin cesar quieren desenmascarar a los culpables, esclarecer que sucedió, determinar razones y ver tras las rejas a quienes desaparecieron a sus seres queridos.

En el otro lado de la vereda, observamos simpatizantes y respaldadores acérrimos del gobierno militar. Justifican una y otra vez la llegada al poder. Exterminio de la ideología marxista por completo, no llegar a ser de Chile una nueva Cuba. El caos avanzaba lento. La intervensión querían a como de lugar. Así sucedió.

Corría el 11 de septiembre de 1973. Adeherentes al gobierno de Salvador Allende felices por el lugar de su representante. Por otra parte, un descontento en las labores realizadas y búsqueda de una intervención inmediata. El precedente quedó. Sucedió lo esperado para unos y repudiado por otros.

¿Justificación o no? ¿Existían motivos? ¿Fue lo correcto? Surgen una serie de interrogantes. Muchos de los que vivieron aquella época pueden decir con precisión y con base que ocurrió. Otros con el paso del tiempo han formado una opinión y pueden manifestar lo que sienten. La historia es una. Sólo queda rescatar lo bueno - si es que existió- y dejar de lado lo malo.

Mirar hacia el futuro, a una unión nacional. Dejar de lado rencores, perdonar y reconocer lo que se hizo. Un país retrata afecto, compenetración, complicidad y es lo que se debe transmitir.

domingo, 9 de septiembre de 2007

CAMPAÑA DE AUTOCUIDADO JUVENIL

EL LADO MAS OSCURO DE LAS FIESTAS PATRIAS

Borrado. El estómago revuelto, la cabeza casi partida del dolor o la ropa impregnada de ese olor irritante. Son huellas comunes del carrete en esta fecha. Sin embargo, ese deseo casi desesperado que las vacaciones lleguen, nos siega frente a una realidad que invade y destruye.


Como todos los años, las campañas estan centradas hacia el tránsito, pero en la realidad de los jóvenes existen otros aspectos que se deben considerar al momento de aceptar la oferta de un buen panorama.


  • Situaciones de violencia innecesaria: El descontrol en situaciones tensas termina poniendo en riesgo la integridad física, muchas veces, de personas que tratan de mantenerse al margen de los conflictos. Al final, una discusión por un tema insignificante, termina siendo broche negro de la fiesta.

  • Sexo seguro: Si bien es cierto, el uso del preservativo debe ser una actitud permanente en el tiempo, las mismas condiciones de las fiestas hacen que el riesgo de contraer ETS aumente considerablemente.

  • Consumo desmedido de alcohol: Además de potenciar los riesgos de los accidentes de tránsito, la efervescencia de las fiestas provoca que la ingestión de alcohol aumente considerablemente. Según el CONACE, son frecuentes los casos de intoxicación alcohólica. Esto puede provocar un estado de coma y alcanzar la muerte por depresión respiratoria.

  • Drogas ilícitas: Con riesgos similares al uso de alcohol, las drogas terminan convirtiéndose en un gran factor de riesgo. Accidentes, intoxicaciones y vulnerabilidad a actos delictivos, lo convierten en un punto de especial cuidado.
Minimizar los riesgos no es solo una tarea de conciencia personal, sino una labor de cuidado hacia una actitud de descuido de quienes nos rodean. De otra manera, nos convertimos en cómplices y potenciales víctimas, muchas veces sin haber bebido o tomado una actitud riesgosa. Al final, los daños sobre la vida no es algo que puede solucionarse con un antiácido por la mañana.


Escrito por Jorge Juárez Barraza y Raúl Paz Huerta.
Publicado en Conexión UMAR.
La Serena - Chile.